Ya hemos superado el ecuador narrativo de Andor en Disney+ y estoy entusiasmado con la serie. Y no solo porque sea un fan mortífero de Star Wars, es que la serie de Tony Gilroy funciona perfectamente como una serie de espías y de intrigas bélicas, con el añadido extra de, encima, estar ambientada en una galaxia muy, muy lejana.… El caso es que disfrutando de la serie no he podido dejar de pensar que echo de menos en los videojuegos de Star Wars el mismo canción fresco que Andor ha supuesto cinematográficamente. Y es que como pasó con Rogue One en su momento, Star Wars es mucho más que la clan Skywalker y sables láser. Porque el conflicto entre el aceptablemente y el mal, como la Fuerza, se manifiesta de muchas maneras. Y así todavía debería ser en los videojuegos. En los últimos abriles hemos tenido, de mano del renacer de la franquicia en las pantallas, un buen puñado de juegos y un futuro positivamente ilusionador para los que queremos novedades jugables en el universo de La Erradicación de las Galaxias.
Star Wars: Squadrons fue una grata sorpresa que nos ponía a los mandos de las naves de combate más emblemáticas de Star Wars. Y la campaña de Battlefront 2 nos permitía poblar en primera persona la argumento más intensa. Incluso Kyle Katarn disfrutó de un poco de infiltración. Viendo Andor me he hexaedro cuenta de que positivamente necesito una acercamiento mucho más táctica y realista. Poco que se aleje de lo ofrecido por la serie Jedi, como vimos en Star Wars Jedi: Fallen Order con sus argumento y “plataformeo”, y se arrime más a un engranaje de la Dinastía Metal Gear o Hitman.
Pon un poco de Metal Gear en tu Star Wars
Imaginad poder moverse por el nivel 1313 de Coruscant como el Agente 47 por las calles de Chongqing
Porque yo me veo tratando de infiltrarme en una instalación imperial para rescatar a un prisionero (o robar los planos del super armamento definitiva de turno). Buscando el mejor enfoque táctico, pensando en una ruta de entrada y de salida. Intentando de advenir completamente desapercibido a los soldados de brinco y droides imperiales. Escondiendo cuerpos de enemigos inconscientes, esperando el mejor momento para advenir un puesto de vigilancia oculto tras un transporte, creando distracciones, engañando, robando y, si no queda otra, “eliminando”. Donde las posibilidades de sobrevivir no dependan tanto de mis habilidades con un sable láser o de mi puntería con un lanzacohetes para derribar un AT-ST, como de mi pericia a la hora de evitar ser detectado.
Imaginad por un momento lo que supondría para un fan de Star Wars poder moverse por el nivel 1313 de Coruscant como el Agente 47 por las calles de Chongqing en Hitman 3. Y para los jugadores que no sean fans de Star Wars, ¡que gran oportunidad de poder aproximarse a la franquicia desde una perspectiva que tal vez les sea mucho más seductora! Es verdad que me apetece mucho disfrutar de un engranaje de Star Wars en un enorme mundo descubierto al estilo Red Dead Redemption 2, pero ahora mismo mi engranaje de Star Wars soñado tiene más en global con el Snake de Metal Gear Solid 5 que con el Geralt of Rivia de The Witcher 3, por ejemplo.
A la dilación de ver qué ofrece Quantic Dream con Star Wars Decliver y su jugabilidad cinematográfica, espero que entre los proyectos de Lucasfilm Games pueda favor espacio para un engranaje intenso, pero reposado; emocionante, pero no pirotécnico. Novedoso para Star Wars, pero fiel a Star Wars.