Apple no quería, pero como dijo Greg Joswiak, vicepresidente senior de marketing mundial, en una conferencia de The Wall Street Journal, la compañía ha tomado la valentía de dar un paso limítrofe para usar los conectores USB-C en sus próximos iPhone (por lo menos en Europa). Todo esto viene, evidentemente, a posteriori de que la UE aprobara finalmente la obligación comunitaria de estandarizar el uso de un único conector para cargar los dispositivos.
“Obviamente, tendremos que acatarlo. […] Creemos que habría sido mejor para el medioambiente y para nuestros usuarios que los gobiernos no hubieran sido tan riguroso.
La nueva legislatura obligará a los fabricantes —a Apple, vaya, que es el único que se sale de la convención— a usar el USB de marras en todos sus dispositivos. La de Cupertino ya tiene MacBooks e iPads que se han subido a ese carro, ojo, pero es con sus iPhones con los que no han transmitido su miembro a torcer.
Recordemos que 2024 es el año término para los smartphones, mientras que los portátiles deben seguir la norma en 2026.Por otra parte, la obligación solo engloba a los nuevos dispositivos; Apple podrá seguir vendiendo sus “teléfonos lightning” sin restricciones.
El objetivo de la nueva constitución es dominar la procreación de residuos electrónicos y cuidar el medioambiente, porque de esta forma los usuarios podremos compartir los mismos cables y cargadores sin límites, menos de que muchas personas podrán despreocuparse de los detalles y especificaciones tecnológicas de cada dispositivo.
Y los detractores, ¿qué dicen? Que esto es un paso antes. Que de esta forma se podría detener la innovación, un posible brinco que nos traiga nuevos puertos y tecnologías que puedan beneficiarnos a los consumidores o al mismo medioambiente.
Hubo ciertos hilos de pensamiento que se planteaban si Apple decidiría rehusar tajantemente el uso de conectores y sobrevenir a un ecosistema de carga absolutamente inalámbrica, pero ya vemos que la historia ha sido diferente. Lo que no sabemos, ojo, es si la compañía dará este paso solamente en Europa o todavía en el resto del mundo.
Imagen | Mika Baumeister y Marcus Urbenz en Unsplash