He probado Outlast Trials, el nuevo repertorio de la enorme dinastía de terror, y estoy gratamente sorprendido – The Outlast Trials

Enfrentarse al terror en compañía de amigos suena divertido pero poco aterrador ¿verdad? Porque no estás solo delante el peligro; sabes que a tu banda hay cualquiera que va a relajar la tensión con alguna broma, o yo qué sé, si eres de los míos verás a tu colega como el trozo de carne valentísimo para divulgar contra el monstruo de turno en caso de peligro. ¡Que sea él quien sufra una crimen atroz en punto de ti! La cuestión es que resulta sensato pensar que un repertorio de miedo con multijugador va a ser mucho menos terrorífico que uno en solitario, perdiendo encima la oportunidad de asustar y sorprender con una historia de pesadilla. Esta es la razón por la que Outlast Trials no me emocionaba tanto como debería, siendo la tercera entrega de una de las series de terror más populares de los últimos primaveras. ¿Por qué meterle multijugador a un survival horror que funcionaba tan admisiblemente? Me alegra sostener que tras una primera toma de contacto con lo nuevo de Red Barrels ha cambiado para admisiblemente mi percepción con este repertorio de PC y consolas.

Su ambientación es terrorífica y a la vez incluso interesante a nivel narrativo; el uso de la visión nocturna y las carreras huyendo de enemigos siguen ahí, al estilo Outlast, y por supuesto no faltan los sustos ni la tensión extrema para que te sientas indefenso durante toda la partida. La viejo diferencia es que puedes hacer frente a esta pesadilla adjunto a tres amigos más, si admisiblemente incluso es posible completar el repertorio en solitario, cosa que agradezco. Solo he tenido golpe al tutorial y a la primera tarea de Outlast Trials, pero creo que es suficiente para hacerse una mejor idea de todo lo que ofrece este nuevo survival horror.

La historia de Outlast Trials y dónde se ambienta

Tras pasar como locos por un manicomio repleto de psicópatas y enfrentarnos incluso a una secta en parte de la mínimo, Red Barrels nos lleva a unas truculentas instalaciones científicas en plena Lucha Fría para participar en Jehová sabe qué experimentos. Lo único que a ti te interesa es que eres una víctima más de esta enajenación, y tu función es “hacer lo que te manden” mientras sobrevives a una serie de asesinos y criaturas grotescas que no te van a dejar tranquilo ni por un instante. En cierto sentido, Outlast Trials me ha recordado a la fantástica Cabin in the Woods porque cada nivel recrea escenarios totalmente distintos con enemigos con entidad propia, y creo que es una idea que puede dar muchísimo repertorio en todos los sentidos.

En el tutorial, por ejemplo, te enfrentas a un categoría de maníacos en una casa como si de La Matanza de Texas se tratase; mientras que el otro nivel al que tuve golpe recrea una gran comisaría con un psicópata al que le chifla “freír” a sus víctimas con una porra eléctrica. Lo que me encanta es que el repertorio no oculta en ningún momento que son escenarios falsos, hasta el punto que hay zonas en las que ves a los científicos tomando notas de todo lo que haces tras un cristal protegido. Por eso, y aquí simplemente estoy teorizando, me emociona muchísimo la idea de enfrentarme a dos objetivos distintos: primero, sobrevivir a cada prueba como en la dinastía Saw, y luego, claro, apañarse la forma de escapar de este averno enfrentándote directamente a los militares y científicos.No he gastado lo suficiente como para pensar que vaya a ocurrir poco por el estilo pero al menos, siento que no se ha descuidado la parte novelística. Y es de devolver tras lo gastado en Outlast 2.

¿Da miedo Outlast Trials?

Al beneficio de la historia imagino que lo que más os preocupa a más de uno es la idea del multijugador cooperativo, y aunque entiendo que difícilmente desaparecerá ese pensamiento de “habría preferido un repertorio en solitario”, al menos sí me gustaría tranquilizarte tras lo vivido en esta beta de Outlast Trials. Todo lo bueno de la dinastía Outlast sigue aquí, con algunos extras en forma de equipo exclusivo para defenderse malamente de los psicópatas que pululan por este universo de pesadilla. Si juegas en solitario… bueno, solo tienes un único petición exclusivo para obtener cierta delantera; pero si juegas con amigos, cada uno de ellos puede equiparse una de estas habilidades para aumentar las probabilidades de éxito. Que por cierto, el repertorio es proporcionado difícil a medida que incrementas el nivel de dificultad.

Una de estas destrezas permite aturdir a un enemigo mientras que otra te da la sagacidad de ver a los psicópatas a través de las paredes, ideal para avisar a tus compañeros de batalla para que se escondan ayer de vencer atrozmente. Porque sí, la cooperación es importante. Outlast Trials introduce nuevos desafíos que requieren de tiempo y de mucha exploración. En el caso de la comisaría, por ejemplo, hay que ubicar pistas que marcan los cadáveres en los que se ocultan las llaves, y claro, hay muchos cadáveres que investigar, muchas trampas que esquivar, y un par de psicópatas pululando de aquí para allá. Así que si admisiblemente puedes hacerlo en solitario, y yo lo hice, cuando juegas con amigos esta misma tarea cambia muchísimo a mejor.

Cada ludópata tiene un inventario de tres objetos consumibles que son los típicos de Outlast, como las baterías para cargar la visión nocturna, ganzúas o las medicinas; más otros nuevos como potenciadores de energía y hasta antídotos, porque hay enemigos que envenenan o causan enajenación y si no te tomas la cura… pues eso, estás muerto. En este sentido, que cada historia cuente con sus propios psicópatas suena en realidad prometedor porque cada uno de estos posee un diseño de lo más espeluznante. Y aunque así de primeras no parece que haya muchas diferencias, sí poseen habilidades únicas que pueden provocarte más de un dolor de persona. Tiemblo solo de pensar en otros escenarios de pesadilla con terribles enemigos esperando en las sombras. Lo digo porque el diseño de estos primeros me ha parecido increíble, con exclusivo mención al payaso y su marioneta.

Un refugio para escapar de las pesadillas

Os decía que Outlast Trials nos propone sobrevivir a diversas pruebas en una instalación científica de Murkoff Corporation, pero no os he contado que entre prueba y prueba, tienes excarcelación para moverte por un espacio “sin peligros” adjunto al resto de jugadores. Aquí puedes designar nuevas misiones, formar equipo, personalizar la apariencia y habilidades de tu superviviente, y hasta aderezar tu pequeño dormitorio, que en existencia es una celda, pero puedes hacer que luzca poco más acogedora. En este espacio social puedes comprar diversos complementos estéticos, y no sé si más delante habrá otras opciones extra.

En cuanto al apartado técnico, aunque no es un repertorio que te deje sin aliento, creo que la puesta en panorama de Outlast Trials es tan poderosa que no ha perdido ni un cima de su capacidad para aterrorizarte hasta el punto de vocear cuando un enemigo corre tras tus pasos (aunque a veces es proporcionado manejable despistarles). Precisamente esa capacidad para suscitar tensión y hacerte advertir indefenso es lo que más me ha gustado porque es fiel a la esencia Outlast. Esconderse en un armario,  cascar sigilosamente una puerta para evitar hacer ruido, ¡o salir corriendo como lunático! si es lo que toca funciona tan admisiblemente como antiguamente, pero ahora con la perspectiva de compartir esta experiencia con amigos.

Aún me queda mucho que ver pero siendo de los que prefería una aventura de terror tradicional, en solitario, al menos estoy poco más tranquilo. Creo que Red Barrels tiene entre manos otro gran survival horror, y me muero de ganas por descubrir todos los oscuros secretos que oculta. De momento, no tiene término de tiro concreta.