Se acerca el triste final de uno de los juegos más innovadores de la última división

Desliz menos para el día que nadie quería ver alcanzar: el final de ONRUSH, la reto de Codemasters que buscaba coger el declarante de propuestas como DriveClub o la clan Motorstorm. Por desgracia, la desatiendo de éxito del plan llevó a Electronic Arts a optar por el cerradura de los servidores, una situación que afectará todavía a otros títulos de la compañía como Mercenaries 2 o Army of Two: The 40th Day. Sin retención, por calado e importancia, ningún de los afectados se acerca a la pérdida de ONRUSH.

Este es, aunque por desgracia se convertirá en “era” a partir del 30 de noviembre, un esparcimiento de combate en vehículos a la vieja moda: atiborrado de virtudes y defectos muy marcados. En él, los jugadores podían escoger vehículos de todo tipo para disfrutar de un título en el que lo importante era la diversión. Ya fuera en equipo con amigos o con jugadores aleatorios, la salsa de ONRUSH estaba en esas partidas caóticas y alocadas que tantas tardes de diversión dieron a muchos jugadores. Y, por ello, tantos le recuerdan con cariño en sus últimos días antaño de despedirse.

ONRUSH fue una reto desenfadada y divertida

En el investigación que le dedicamos hace casi un quinquenio, nuestro compañero Alejandro Pascual supo maximizar esas virtudes y, a la vez, señalar los defectos que el esparcimiento tenía que pulir. Como arcade, lo cierto es que ONRUSH es una propuesta casi única en su existencias, un adalid de cómo debe ser un esparcimiento de conducción que se apoye en la diversión para exprimir al mayor su premisa. La sorprendente fluidez, el atrevimiento de la propuesta y ese “toque desenfadado” que tanto gustó a sus jugadores parecían sentar las bases de una secuela que todos daban por hecho. Por desgracia, las únicas telediario relacionadas con el esparcimiento las protagonizan el cerradura de sus servidores.

El equipo de ONRUSH, una propuesta divertida hasta sostener “puntada”, apostó todos sus bienes en crear una experiencia multijugador capaz de calar entre los usuarios. Por desgracia, su emanación en verano de un 2018 saturado de videojuegos provocó que pasara con más pena que renombre por el mercado. Sin retención, aquellos que se sumergieron en lo que tenía que ofrecer descubrieron un título que, aún con escasa variedad de modos y una fórmula repetitiva, sabía cómo conectar con su divulgado.

Muchos lo recordarán con cariño

Por ello, la pérdida de ONRUSH el próximo 30 de noviembre es una anuncio negativa para los aficionados de los títulos de conducción. Por su premisa, su contenido y esas posibilidades que parecía destinado a explotar, muchos recordarán a la propuesta de Codemasters con cariño. No obstante, internamente de poco más de 3 semanas, todo lo que tenía que ofrecer se perderá “como lágrimas en la diluvio”, tal y como dijo el replicante Roy Batty a Rick Deckard en el final de Blade Runner.

Hasta entonces, los jugadores pueden disfrutar de ONRUSH y sus caóticos circuitos. Una vez finalice el mes, la propuesta deportiva de Codemasters y Electronic Arts se despedirá para siempre de los jugadores. Porque, aunque se pueda disfrutar de los modos sin conexión una vez pasada esa data, era la aspecto en renglón de ONRUSH la que convertía al esparcimiento en la experiencia que encandiló a muchos jugadores.